Es frecuente que nuestros recursos sólo se vean limitados por las preguntas que nos hacemos, y nuestras creencias afectan a esas preguntas que nos hacemos.
Ante una importante dificultad o situación comprometida, deberé hacerme preguntas adecuadas, capacitadoras y que me llenen de recursos. Eso nunca pasará si pienso que es imposible superar o salir del problema.
¿Cómo puedo cambiar esta situación?, es una buena buena pregunta comodín ante cualquier dificultad, y Anthony Robbins nos da una lista de cinco preguntas útiles para afrontar cualquier tipo de dificultad que son las siguientes:
1. ¿QUÉ HAY DE BUENO ESTE PROBLEMA?
Quizás hoy me sienta agobiado y superado (mal vocabulario) por el volumen y dificultad del trabajo que debo sacar, pero si me obligo a buscar algo bueno en eso quizás recuerde aquellos tiempos tiempos en que vivía muy tranquilo pero no tenía apenas clientes ni euros en el banco.
Eso hará que perciba de inmediato cuanto ha mejorado mi situación, y como me hubiese gustado tener en aquel momento el actual problema.
2. ¿QUÉ PUEDE MEJORAR TODAVÍA?
Seguro que a pesar de todo la situación anterior es mejorable introduciendo determinadas correcciones en la organización del tiempo y la mecánica de trabajo, que me evite momentos de tanta angustia.
Es una pregunta que nos da mucho poder al dar por hecho que las cosas serán perfectas en algún momento. Da pie a nuevas respuestas y alienta a buscarlas.
3. ¿QUÉ ESTOY DISPUESTO A HACER PARA LOGRAR QUE SEA COMO YO QUIERO?
Quizás una mejor planificación y organización. Optimizar más el tiempo de trabajo y sobre todo el tiempo en el que se saca el trabajo que importa de verdad.
También desglosar en pequeñas partes las diferentes tareas hará que dejemos de verlo como algo inasumible que nos lleve a ir posponiéndolo.
4. ¿QUÉ ESTOY DISPUESTO A NO SEGUIR HACIENDO PARA LOGRAR QUE SEA COMO YO QUIERO?
Siempre es bueno dejar de quejarse. No sirve para nada y desempodera. Hace que expulsemos nuestra responsabilidad, que echemos la culpa a factores externos y que de esa forma perdamos el control de lo que realmente depende de nosotros.
Quizás no estar todo el rato mirando la bandeja de entrada del correo para ver si llega ese milagroso que llevamos tanto tiempo esperando, ayude.
5. ¿CÓMO PUEDO DISFRUTAR DEL PROCESO MIENTRAS HAGO LO NECESARIO PARA LOGRAR QUE SEA COMO YO QUIERO?
Siempre debo procurar divertirme en el camino. Buscar las formas de hacer el ahora mismo más agradable.
Por ejemplo, hacer esas farragosas llamadas que no me apetecen nada mientras doy un paseo, será una buena forma de estirar las piernas mientras hago tareas inevitables, aunque no sean lo más apasionante de mi trabajo.
Se trata de romper dinámicas negativas que, lejos de facilitarme las cosas las empeorarán.
Esta lista es ideal para marcar una pauta sobre cómo afrontar los problemas cambiando instantáneamente nuestro enfoque, y permitiéndonos acceder a los recursos que necesitamos.
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