Ya hablé aquí y aquí de la importancia de las preguntas. Las preguntas cambian los recursos de los que disponemos.
Aprender a controlar conscientemente las preguntas que nos hacemos nos llevará mucho más lejos que ninguna otra cosa en el proceso de alcanzar nuestros objetivos. A menudo nuestros recursos sólo se ven limitados por las preguntas nos hacemos, y nuestras creencias afectan a las preguntas que nos hacemos.
Muchas personas, ante una importante dificultad o situación comprometida, jamás se harán la pregunta adecuada, capacitadora y que les llene de recursos (¿cómo puedo cambiar esta situación?), si piensan que es imposible superar o salir de ese problema.
Si me hago preguntas limitadas obtendré respuestas limitadas, y lo único que limita las preguntas que me hago es mi creencia acerca de lo que es posible o no.
La clave está en desarrollar una pauta de preguntas consolidadas que nos den más poder. Siempre habrá momentos en que nos encontremos con lo que llamamos problemas, y que no son más que los obstáculos para nuestro progreso personal y/o profesional.
Anthony Robbins, nos da una lista de cinco preguntas útiles para afrontar cualquier tipo de problema que surja, y que, asegura, cambiaron absolutamente la calidad de su vida. Son las siguientes:
1. ¿Qué tiene de bueno este problema?
En ocasiones siento un gran desasosiego cuando se me acumula trabajo. Pasan los días y se acerca el vencimiento de plazos para presentar escritos, recursos, contestaciones a demandas, etc… Me entra una especie de agobio y desazón, mientras mi voz interna empieza a castigarme diciéndome cosas del tenor “te organizas fatal”, “eres un desastre”, “si no hubiese perdido el tiempo con aquello”, o “no mereces la confianza que tus clientes depositan en ti”.
En ese momento, preguntarme “lo bueno” de ese problema, me lleva a recordar que hace cuatro o cinco años nunca sentía ese agobio porque apenas tenía ningún cliente. Ello me hace ser consciente de cuanto ha mejorado mi situación y cuanto he progresado, y de como me hubiese gustado en aquel momento tener el problema de sentirme sobrepasado de trabajo.
De esa forma habré logrado ya, como mínimo, romper la dinámica negativa en la que estaba inmerso, y entrar en un estado de mucha más capacidad.
2. ¿Qué hay que no sea perfecto todavía?
Obvio que, en mi caso, necesitaré hacer determinadas correcciones para no llegar al último día de plazo con la presión y angustia que lo estoy haciendo.
Esta pregunta nos da mucho poder, dado que presupone o da por hecho que las cosas serán perfectas en algún momento. No sólo da pie a nuevas respuestas, sino que nos alienta a buscarlas.
3. ¿Qué estoy dispuesto a hacer para lograr que sea como yo quiero?
Quizás en mi caso una mejor planificación y organización. Optimizar más el tiempo que paso trabajando, desglosar cada trabajo en pequeñas partes que no me hagan verlo como inasumible, invitándome a ir posponiéndolo.
4. ¿Qué estoy dispuesto a no seguir haciendo para lograr que sea como yo quiero?
Sobre todo no quejarme, porque no sirve de nada.
Tampoco perder tanto tiempo con las redes sociales o navegando sin sentido por internet. Los smartphones son unos auténticos ladrones de tiempo, y urgen estrategias para aprovechar las virtudes de estas tecnologías y apartar lo nocivo que tienen.
5. ¿Cómo puedo disfrutar del proceso, mientras hago lo necesario para lograr que sea como yo quiero?
Debo intentar divertirme en el camino. En el mientrastanto. Se me ocurre, por ejemplo, cuando debo hacer cuatro o cinco llamadas, hacerlas mientras doy un paseo por las calles cercanas a mi lugar de trabajo. Una forma de estirar las piernas mientras hago tareas que no puedo evitar hacer auque no sean lo más apasionante de mi trabajo.
La cuestión es romper esa dinámica negativa de angustia que, lejos de facilitarme las cosas las empeorará, al encontrarme en un estado de ánimo que me llevará a hacerme preguntas terrribles, debiendo cambiar para hacerme mejores preguntas. A mejores preguntas mejores respuestas, y viceversa.
Esta lista es ideal para marcar una pauta sobre cómo afrontar los problemas, cambiando instantáneamente mi enfoque, y permitiéndome acceder a los recursos que necesito.
Photo Credit: Fotolia.
Artículos relacionados:
1. El Poder De Las Preguntas.
2. Las Preguntas De La Mañana.
3. Expertos En Suprimir.
4. Objetivos. La Importancia De Desglosar.