Recientemente una amiga me envió este WhatsApp:
Tienes algunos días en los que piensas en dar un giro de 180 grados? Pues yo hoy tengo uno de esos….
Como dice Isra, es normal estar rotos/as.
Hace mucho tiempo en una película que me gustó mucho pero de la que no recuerdo el título, había un diálogo más o menos así:
– La vida es como una naranja.
– ¿Y eso que quiere decir?
– No tengo ni puta idea. Soluciona tus problemas.
Y es que soy de los convencidos de que en el fondo sabemos lo que queremos. El problema es que ello implica ser proactivos. Actuar. Ser activos y no reactivos. Eso es muy incómodo. Incluso genera dolor. La felicidad cuesta infelicidad, y es decisión de uno/a mismo/a arremangarse y bajar al fango. La otra opción es quedarse en el sofá viendo OT, GH, o cualquier serie de Netflix, mientras quemas los días uno detrás de otro.
Quizás sea sentarte frente a tu pareja y explicarle que eso ya no da para más. Dejar ese trabajo que te está amargando la vida, o decidir de una vez hacer ese viaje con el que siempre has soñado, sin posponerlo ni un día más con cualquier excusa.
Y es que si realmente quieres hacer algo y estás determinado, en los obstáculos verás oportunidades, y de lo contrario cualquier nimiedad será una excelente excusa para seguir sentado. Tú decides. Pero el reloj no para de correr.
Photo Credit: Capri23auto.
1. EL MIEDO A DECIDIR.
2. El Enemigo.
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5. LO QUE NOS FRENA.