by Oscar Cano

Nosotros Mandamos.

N

Todos podemos pasar de llorar a reír en un momento con independencia de nuestro nefasto pasado, siempre y cuando la pauta de nuestro enfoque mental y fisiología se vea interrumpida con la fuerza suficiente.

Anthony Robbins muestra el convencimiento de que la fuente de todas nuestras emociones somos nosotros mismos. Somos los únicos que las creamos, y por ello podemos sentirnos como queramos en cualquier momento que lo deseemos.

Cuando nos sentimos mal, estamos tristes, deprimidos, enfadados o sentimos dolor, es consecuencia de que lo que estamos haciendo no funciona. Ya sea el como estamos percibiendo las cosas o los procedimientos que estamos usando y, específicamente, la forma en la que comunicamos nuestros deseos y necesidades a los demás, o las acciones que estamos llevando a cabo.

Nuestras percepciones son controladas por aquello sobre lo que enfocamos la atención, y por los significados que interpretamos de las cosas. Podemos cambiar nuestra percepción en un momento, limitándonos a cambiar la forma en que utilizamos nuestra fisiología (pasar de caminar cabizbajos a caminar erguidos), o haciéndonos una pregunta mejor.

Quizás hayamos sido demasiado duros en la forma de comunicarnos, o ni siquiera hayamos logrado comunicar nuestras necesidades. En infinidad de ocasiones esperamos que los demás sepan lo que necesitamos, porque pensamos que no hace falta ni decirlo, considerando indignante que el otro no lo vea igual de claro que nosotros. Son situaciones que pueden crear una gran cantidad de frustración, enfado y heridas, pero que podemos ver como señales que nos indican lo que necesitamos hacer para cambiar nuestra forma de comunicarnos con el fin de evitar situaciones semejantes en el futuro.

Sentirse deprimido es otra llamada para la acción, que nos dice que debemos cambiar la percepción de que los problemas a los que nos enfrentamos son permanentes o están fuera de nuestro control.

Nos sentimos bien cuando pensamos en la barbacoa que el sábado haremos en la montaña con los amigos, porque será fiesta, no trabajaremos y disfrutaremos de un día estupendo, sin saber si luego la realidad será otra bien distinta debido a una imprevista tormenta que nos chafe todos los planes, e incluso podamos quedar atrapados horas en una caravana. De momento, el pensar en ese día ya nos levanta el ánimo, cosa que favorecerá que, aunque llueva, no deje de ser un buen día.

Por el contrario, cuando pensamos en el lunes nuestro ánimo se viene abajo porque los lunes son horrorosos, sin que exista motivo alguno para que no se pueda convertir en el día de nuestra vida. No obstante, ese pensamiento tan negativo sobre ese día, que es como otro cualquiera, fácilmente se convertirá en profecía que se acabará cumpliendo en gran parte porque ya tenemos preparada la “antibarbacoa”, propiciando el escenario perfecto para que la jornada pase con más pena que gloria.

El psicoanálisis freudiano busca en los “secretos profundos y oscuros” de nuestro pasado para explicar nuestra desdicha presente. El psicólogo empieza por analizar minuciosamente nuestra infancia. No obstante, si con frecuencia acudimos a algo lo normal es que tengamos más de eso. Si continuamente me voy a aquella tarde de mi niñez en la que sufrí un episodio traumático, con el fin de encontrar las razones por las que mi pasado está dificultando mi presente, para solucionar desde allí mi malestar, nuestro cerebro encontrará fácilmente el camino para potenciar actitudes semejantes que nos crearán las consecuentes emociones negativas. Nos ayudará mucho más adoptar la creencia global de que “el pasado no equivale al futuro”

Lo que consideramos emociones y sentimientos negativos no son nuestros enemigos, ni el bienestar emocional se encuentra enraizado en nuestro pasado. Debemos buscar comprenderlos y usarlos, y no ignorarlos ni soportarlos por completo. No debemos huir de ellos (no se puede), ni trivializarlos, pero tampoco permitir que rijan nuestra vida.

 

Photo Credit: Fotolia.

 

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Soy Oscar Cano, abogado dedicado al Derecho de Familia, y Blogger jurídico con más de 1.500 artículos publicados, y escribiendo un post a diario desde enero de 2014.

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