Nuestra mente consciente sólo puede enfocar la atención sobre un número limitado de elementos en un momento dado, por lo que el cerebro gasta mucho esfuerzo decidiendo a qué no debemos prestar atención.
En todo momento recibimos el bombardeo de numerosos estímulos, pero nuestro cerebro elimina la mayor parte, siendo por ello que merece la pena enfocar la atención sobre aquello que creemos más importante.
Anthony Robbins nos habla del SRA (sistema reticular activador), que define como aquello que determina lo que observaremos y sobre lo que pondremos nuestra atención.
El mecanismo del SRA es directamente responsable de la cantidad de realidad que experimentamos conscientemente. Un ejemplo de ello es que cuando nos compramos un coche o unos zapatos, empezamos después a verlos por todas partes. Resulta obvio que antes ya existían, pero su compra supone una clara demostración para nuestro SRA de que cualquier cosa relacionada con ello es importante y necesita ser observada. Obtenemos así una conciencia inmediata e incrementada de algo que, en realidad, siempre habíamos tenido cerca.
Ese tipo de desplazamiento en la postura mental nos alinea con mayor precisión con nuestros objetivos. Cuando decidimos que algo es una prioridad, le concedemos tal intensidad emocional que el enfocar continuamente la atención sobre ello aclarará y nos acercará a cualquier recurso que apoye la consecución de ese objetivo. Así, no es de vital importancia comprender con exactitud cómo alcanzaremos nuestros objetivos la primera vez que los vemos (por grandes que nos parezcan), sino confiar en que nuestro SRA nos indique aquello que necesitemos saber a lo largo del camino.
Photo Credit: johnhain.
Artículos relacionados:
· ¿Por Qué Los Objetivos Son La Clave De Nuestra Vida?
· Objetivos. La Importancia De Desglosar.
· La Dirección Importa Más Que Los Resultados.
· Utilizar Un Mal Momento Como Impulso.
· 14 Tips Para Enfocar Correctamente. Actualiza Tu Sistema Operativo.