La mayoría de personas sabemos lo que queremos hacer en la vida pero nunca lo hacemos, debido a la falta de impulso que sólo puede aportar un futuro convincente. El único límite temible en nuestra vida es el tamaño de nuestra imaginación y el nivel de nuestro compromiso para convertirlo en real.
«¡No eres perezoso! ¡Sólo tienes objetivos impotentes!» dice Anthony Robbins, que añade que, incluso cuando se encuentra físicamente agotado por falta de sueño, sigue encontrando el impulso que necesita porque sus objetivos le resultan muy excitantes. «Hacen que me levante temprano, que me acueste tarde, y me inspiran para reunir mis recursos y utilizar todo aquello que pueda encontrar, dentro de la esfera de mi influencia, para convertirlos en realidad».
Todos tenemos a nuestra disposición esa misma energía y sentido de misión, pero jamás se verá despertada si nuestros objetivos son pequeños, siendo el motivo por el que debemos fijarnos objetivos más grandes, inspiradores y desafiantes.
Todo el mundo, aunque no lo crea, tiene objetivos. La mente humana siempre anda persiguiendo algo. Ya sea la forma de reducir o eliminar el dolor, o evitar cualquier cosa que conduzca a él, así como aquello que pueda conducir a la creación de placer. El problema es que no somos conscientes de nuestro potencial y recursos, existiendo una gran mayoría de gente cuyos objetivos consisten en pagar las cuatro facturas del mes para seguir adelante. Sobrevivir. Pasar el día.
Si vivimos atrapados en el proceso de ganarnos la vida en lugar de diseñarla, nuestros objetivos no nos darán el impulso para aprovechar la enorme reserva de poder necesario para movilizar todos los recursos de que disponemos. Nuestros objetivos, sean cuales sean, inciden de forma directa en nuestra vida. Si queremos descubrir las ilimitadas posibilidades que hay dentro de nosotros, debemos encontrar un objetivo lo bastante grande como para que nos empuje a ir más allá de nuestros límites y nos permita descubrir nuestro verdadero potencial.
Y es que nuestras circunstancias actuales no reflejan nuestro potencial definitivo, sino el tamaño y la calidad de los objetivos sobre los que hemos estado enfocando la atención. Debemos descubrir o crear una obsesión magnífica.
«Nada sucede si primero no ha habido un sueño». Carl Sandburg.
Photo Credit: tookapic.
Artículos relacionados:
· 14 Tips Para Enfocar Correctamente. Actualiza Tu Sistema Operativo.
· 14 Cosas Que Debes Tener Claras Si Quieres Hacer Algo Grande.
· La Dirección Importa Más Que Los Resultados.
· Los 15 Primeros.
· Decide Lo Que Deseas.
· La Trampa De Ser Realista.
· Utilizar Un Mal Momento Como Impulso.