Si la atención plena es la habilidad que consiste en estar presente, descansar en el momento sin importar lo que estés haciendo, y la meditación es el mejor modo de adquirir esa habilidad, entonces el “espacio mental” puede ser considerado el resultado de lo anterior.
Mucha gente puede preferir usar el término “felicidad”. Pero la palabra “felicidad” se acostumbra a confundir con la emoción de la felicidad.
Es O.k. pasárselo bien divertirse, reírse y sonreír. Pero la vida no es continuamente así. Ocurren cosas, y no siempre son agradables. La vida puede ser difícil, estresante, insatisfactoria y a veces dolorosa.
Así, que el tipo de felicidad que viene y se va dependiendo de nuestras circunstancias y nuestro humor es demasiado temporal. Demasiado inestable como para ofrecernos una sensación permanente de calma o de claridad.

“Espacio mental”
Es por todo lo anterior por lo que Andy Puddicombe señala en su libro Mindfulness. Atención plena: Haz espacio en tu mente, que prefiere la expresión “espacio mental”, que hace referencia a una sensación subyacente de tranquilidad. Una sensación de plenitud o de satisfacción inalterable, sin importar qué emoción pueda estar en juego en ese momento.
El espacio mental no es una cualidad de la mente que dependa de las emociones superficiales. Significa que puede experimentarse con tanta claridad en períodos de tristeza o ira como en momentos de excitación y alegría.
Esencialmente consiste en “estar bien” con cualquier pensamiento que estés experimentando o cualquier emoción que estés sintiendo.
Si la meditación es algo que sienta bien es porque te deja con la sensación de haber alcanzado esa sensación subyacente de satisfacción. Ese lugar en el que sabes que todo va a estar bien. Las consecuencias de esto pueden cambiarte la vida.
Imagen: GDJ.
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Muy buenos artículos, gracias por dedicar tiempo a compartirlos
Gracias Brenda.