La aflicción como sufrimiento, tristeza o angustia moral, se produce cuando se tiene la sensación de que no hay ningún significado capacitador en algo que ha ocurrido, o de que nuestra vida se ve impactada negativamente por las personas, los acontecimientos o las fuerzas situadas fuera del alcance de nuestro control.
Con ese estado de ánimo nos sentimos abrumados y empezamos a sentir que nada puede cambiar la situación. Que el problema es demasiado grande. Que es permanente, omnipresente y personal. Nos dejamos arrastrar hacia esos estados emocionales cuando percibimos el mundo de una forma que nos hace sentir que ocurren muchas más cosas de las que somos capaces de afrontar, por lo que el ritmo, la cantidad o la intensidad de las sensaciones parece abrumadora.
En un momento así necesitamos volver a tener presente que es lo más importante para nosotros. Nos sentimos abrumados porque tratamos de afrontar demasiadas cosas al mismo tiempo, porque intentamos cambiarlo todo de la noche a la mañana, generando ello una sensación de impotencia que perturba y destruye más la vida de la persona que cualquier otra cosa.
Anthony Robbins asegura que lo que más necesitamos en un momento así es desarrollar inmediatamente una sensación de control sobre nuestra propia vida, de forma que:
1) Decidamos de entre todas las cosas que afrontamos, cuál es prioritaria.
2) Anotemos todas las cosas que para nosotros sea importante lograr, colocándolas por orden de importancia.
El simple hecho de anotarlas en un papel nos permitirá experimentar la sensación de estar controlando lo que sucede.
3) Abordar lo primero que aparezca en esa lista, continuando con la acción hasta haberlo dominado.
Dominado un ámbito en particular, empezaremos a desarrollar impulso propio. Nuestro cerebro empezará a darse cuenta de que nos hemos hecho con el control de las cosas. De que ya no nos sentimos sobrecargados, abrumados o deprimidos. De que el problema no es permanente y de que siempre se nos ocurrirá una solución.
4) Cuando decidamos desembarazarnos de una emoción abrumadora como la aflicción, enfoquemos la atención sobre aquello que podamos controlar, con el fin de darnos cuenta de que en todo ello debe existir algún significado capacitador, aun cuando no lo podamos comprender aún.
Nuestra autoestima va unida a menudo a nuestra habilidad para controlar el ambiente que nos rodea. Cuando creamos en nuestras propias mentes un ambiente que ejerce exigencias demasiado intensas y simultáneas sobre nosotros, nos sentimos sobrecargados. Pero tenemos el poder para cambiar eso enfocando la atención sobre aquello que podemos controlar y afrontándolo paso a paso.
Photo Credit: PublicDomainPictures.
Artículos relacionados:
· La Interpretación De Los Fracasos Es Determinante.
· Picapedrero.
· ¿Te Sientes Un Fraude? Deja De Preocuparte Por Ello.
· 14 Tips Para Enfocar Correctamente. Actualiza Tu Sistema Operativo.