Disrupción, disruptivo y disrumpir.
El sustantivo disrupción, el adjetivo disruptivo y el menos frecuente verbo disrumpir son adecuados para aludir a un proceso o un modo de hacer las cosas que supone una ‘rotura o interrupción brusca’ y que se impone y desbanca a los que venían empleándose.
El verbo disrumpir sigue el paradigma de irrumpir e interrumpir (del latín irrumpere e interrumpere) y cuyo uso puede, por tanto, considerarse adecuado.
Isra García lleva este concepto como bandera, y considera disruptivo/a a la persona con capacidad para vivir entre el desconcierto, la incomodidad y la incertidumbre, sacando partido a esos tres activos. Una persona capaz de reinventarse a si misma en un corto periodo de tiempo. Que vive por y para el cambio. Que vive en el propio cambio.
La disrupción como capacidad de reinventarnos a nosotros mismos y navegar en el caos. Todos somos disruptivos pero tenemos que sacarlo a la fuerza. No es un talento o un don. No es algo innato. Es un arte que hay que sacar a la luz a la fuerza. Como cualquier otra habilidad. Con autodisciplina.

Aquí un haz de ejemplos de disrupción:
· Experimentar con el trabajo que no sabes hacer;
· probar las herramientas que desconoces;
· realizar acciones que te den miedo, que te resulten pavorosas;
· inicar proyectos sobre los que no estés convencido;
· vivir sin un reloj que te marque el ritmo;
· buscar maneras excelentemente extrañas de pensar;
· encontrar formas de actuar brillantemente;
· aprender a dominar habilidades cada 3 semanas;
· añadir un nuevo hábito cada 2 semanas;
· practicar lo inconexo;
· reflexionar de forma absurda;
· hacer más con menos;
· trabajar y vivir con restricciones;
· cambiar de comportamientos y actitudes de forma provocada y constantemente;
· modificar tu estilo de vida continuamente;
· sintetizar tu vida en idear, aplicar, modificar, pulir, mejorar, intentar de nuevo, reajustar, rediseñar, medir, analizar y volver a empezar;
· accionar lo ilógico o ejecutar lo irrazonable.
En resumen: disrupción es reinvención, y no hay reinvención sin riesgo, sin autoconocimiento, sin iniciativa descomunal y sin autodisciplina…
Lo hasta aquí expuesto supone incomodidad, riesgo, inseguridad y vulnerabilidad.
Puedes optar por la comodidad, por Netflix, por HBO, por repetir hasta la saciedad que a partir de ahora lo vas a hacer bien, por quejarte del gobierno, de los sindicatos y del capitalismo salvaje, mientras sigues viviendo con tus padres o en una habitación.
Imagen: Adobe Stock.
Artículos relacionados:
· Los Cambios Que Nos Interesan.
· Cambio De Paradigma 80/20.
· Cómo Descubrir Nuestros Valores Actuales.
· Tú Decides.
· Utilizar La Presión A Nuestro Favor.